Marzo se convertirá en junio, julio o septiembre.
Un nuevo pronóstico del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.
Porque cuando dijo que era una enfermedad menos letal que la influenza, se llegó a 3 mil muertos; porque cuando afirmó que serían 6 o 7 mil fallecimientos, se llegó a 14 mil y cuando aseguró que 60 mil sería una catástrofe hoy ya hay 101 mil.
Para el epidemiólogo, la tragedia sólo mereció calificarla de cifra inusual.
Ayer, Andrés Manuel López Obrador advirtió que pese a haberse superado la barrera de los cien mil muertos a consecuencia de Covid-19, la estrategia y los responsables de ésta son inamovibles.
Que no, que tanto Jorge Alcocer, secretario, como Hugo López-Gatell son de lo mejor, además de extraordinarios seres humano honestos.
Y acusa una oposición dominada por los conservadores, quienes los atacan, que desde el principio ha utilizado la tragedia del pueblo de México para culparles.
-Es evidente.
Muy lamentable también que en esta situación, esta circunstancia de dolor, se viva una temporada de zopilotes o se padezca de una temporada de zopilotes.
Vamos a seguir cumpliendo con nuestra responsabilidad, lo han hecho muy bien los médicos, las enfermeras, muy bien los responsables de llevar a cabo esta estrategia; son de los mejores del mundo.
Hugo López-Gatell ha hecho un trabajo extraordinario, excepcional; su equipo, todos, en lo académico son reconocidos investigadores del Sistema Nacional de Investigadores nivel 3.
¿Entonces por qué cambiar?, dijo.
Pero la realidad es otra.
En México, ciertamente con un sistema de salud insuficiente y en ruinas, heredado por los 70 años de gobiernos del PRI y 12 del PAN, sólo se ha administrado la epidemia.
Sólo se trabajó para evitar saturación de hospitales -así lo ha dicho Andrés Manuel y ayer, de hecho, lo reiteró- pero jamás se consiguió.
Un día sí y otro también las imágenes de personas buscando atención y suplicando ser recibidos han sido el común denominador.
Pero no se quiso gastar en pruebas, en dar seguimiento a los casos y en intentar, cuando menos, contener el crecimiento exponencial de contagios y muertes.
Algunos gobiernos estatales optaron por estrategias propias.
La Ciudad de México, con Claudia Sheinbaum a bordo, ha intentado desmarcarse de lo que dicta el rockstar de la cuarta transformación, con la aplicación de pruebas, la instalación de centros de operación en las alcaldías, y, tardíamente, con el seguimiento de casos casa por casa y, ahora, con el código QR.
No obstante, la obediencia a su jefe y protector, López Obrador, y la economía -para no afectarle más- han limitado su éxito.
La CDMX debería estar en rojo hace un buen rato, pero Sheinbaum ha evadido la decisión. Aun a costa de miles de casos y cientos de muertes.
Evidentemente, el discurso político utiliza toda clase de artimañas para evitar temas comprometedores, difíciles, que ponen en riesgo tanto el ejercicio de gobierno como la imagen del gobernante.
Eso es lo que ha hecho López-Gatell.
Pero el discurso se le ha agotado.
Los mexicanos, que al principio esperaban ansiosos su conferencia vespertina desde Palacio, hoy no la ven, no le creen.
Desgaste natural por los ocho meses el aire, por el ejercicio de gobierno, pero también, sin duda, por sus contradicciones, por sus yerros y por su falta de contundencia, firmeza y congruencia.
Su peor error ha sido negar la utilidad del cubrebocas.
Asegurar, por quedar bien, que la fuerza del presidente es moral, no es una fuerza de contagio. Y la lista es interminable.
Cuando se dijo, entonces, que López Obrador no se sometía a pruebas, que no necesitaba utilizar cubrebocas y que, prácticamente, era inmune. Que no se contagiaría.
Hoy se sabe que todos los martes le realizan una prueba, que, cuando su estado de ánimo lo permite, hasta promueve el uso del cubrebocas y que tiene miedo a contagiarse.
Así lo dijo al ser criticado por no mojarse los pies en las inundaciones de Tabasco, que todavía no se han controlado y que causó la Comisión Federal de Electricidad (CFE), del siempre risueño e insensible Manuel Bartlett Díaz.
Y no se haga ilusiones.
Mejor prepárese, porque marzo será junio,agosto o septiembre.
Si bien nos va.
Vámonos: Reuters asegura que México negoció con Estados Unidos liberar a Salvador Cienfuegos a cambio del compromiso de capturar a un narco. No da el nombre o mote del futuro reo, pero, dice la agencia, se trata de uno de los objetivos prioritarios del gobierno.
albermontmex@yahoo.es @albermontmex