¿Y si Andrés Manuel López Obrador muere?
El tabasqueño habló el fin de semana por primera vez de la posible “pérdida de mi vida”, cuando abandonó el Hospital Central Militar, donde fue sometido a un cateterismo el viernes por la tarde.
En un video en el que lucía físicamente disminuido, y, principalmente, afectado emocionalmente, reveló detalles de su hospitalización y de cómo los médicos decidieron someterlo a ese proceso quirúrgico para revisar sus arterias y el corazón, luego del infarto sufrido en 2013.
Tras el vacío de poder e información que se vivió el viernes por siete horas, hasta que al filo de las 16:15, Jesús Ramírez Cuevas, su vocero, tuiteó que el presidente había acudido a una revisión de rutina, la información no ha sido ni clara ni precisa.
Ni el secreatrio de Gobernación, Adán Augusto López, dijo nada si no hasta pasadas las 20:00 horas.
Andrés Manuel, como siempre ha hecho, grabó el mensaje en video para intentar dar certeza a la población y a la opinión pública, que manejó toda clase de versiones, especialmente en las benditas redes sociales.
En el video, dio detalles de cómo y por qué fue sometido al cateterismo y se refirió a sus padecimientos, como hipertensión y el infarto referido.
– Yo tengo testamento político, no puedo gobernar un país en un proceso de transformación, no puedo actuar con irresponsabilidad. Además, con estos antecedentes del infarto, la hipertensión, mi trabajo que es intenso, sin tener en cuenta la posibilidad de una pérdida de mi vida, ¿cómo queda el país?
Tiene que garantizarse la gobernabilidad.
López Obrador tuvo miedo a morir y su mensaje no deja duda.
Ayer, en la mañanera, fue cuestionado sobre el tema y reiteró:
-Tengo desde hace algún tiempo un testamento y ya siendo presidente le agregué un texto que tiene como propósito que en caso de mi fallecimiento se garantice la continuidad del proyecto. Y que no haya ingobernabilidad.
Se trata de que cuando yo deje de existir, se concrete y que se cumpla con lo que se proyectó, dijo ya menos afectado.
El testamento no es otra cosa que instrucciones a sus seguidores, a sus subordinados, para que se concrete la trillada Cuarta Transformación.
Y sí, Andrés Manuel se sabe, como cualquier ser humano, mortal y vulnerable.
Acaso no sólo por los padecimientos cardiacos, sino por los dos contagios de Covid-19 que ha sufrido y que han dejado secuelas y lo han hecho reflexionar.
De lo legal, de lo jurídico, no puede ni debe siquiera pensar en que su decisión en el testamento podrá superar a la Constitución, que ordena en el artículo 84 lo que procede en ausencia definitiva del titular del Ejecutivo.
-En caso de falta absoluta del Presidente de la República, en tanto el Congreso nombra al presidente interino o substituto, lo que deberá ocurrir en un término no mayor a sesenta días, el Secretario de Gobernación asumirá provisionalmente la titularidad del Poder Ejecutivo
Cuando la falta absoluta del Presidente ocurriese en los dos primeros años del período respectivo, si el Congreso se encontrase en sesiones y concurriendo, cuando menos, las dos terceras partes del número total de los miembros de cada Cámara, se constituirá inmediatamente en Colegio Electoral y nombrará en escrutinio secreto y por mayoría absoluta de votos, un presidente interino, en los términos que disponga la Ley del Congreso.
El mismo Congreso expedirá, dentro de los diez días siguientes la convocatoria para la elección del Presidente que deba concluir el período respectivo, debiendo mediar entre la fecha de la convocatoria y la que se señale para la realización de la jornada electoral, un plazo no menor de siete meses ni mayor de nueve.
Cuando la falta absoluta del Presidente ocurriese en los cuatro últimos años del período respectivo, si el Congreso de la Unión se encontrase en sesiones, designará al presidente sustituto que deberá concluir el período.
¿Lo ve?
Es muy claro. Nada de testamento político.
Para su proyecto es útil, acaso, pero no legalmente.
Una mujer en el Estado de México
Ayer se dio a conocer una encuesta de preferencia rumbo a la elección 2023 de gobernador en el Estado de México, donde jamás ha ganado un partido distinto al PRI.
Según el documento, del consultor Carlos Lorenzana, de la empresa Gerencia Electoral -Lorenzana y Asociados, una encuesta en vivienda cara a cara con mil casos, hay datos relevantes:
Las coaliciones que ya se perfilan para competir en el proceso deben postular mujeres, porque cuando se presentan opciones de candidatos, la intención de voto cae.
En preferencias por partido, Morena encabeza con 30.1 por ciento, seguido del PRI, con 19.6 por ciento; del PAN con 4.4 por ciento y el resto de los partidos con apenas 2 por ciento.
Y aunque la mayoría de los consultados cree que Morena ganará la elección, un 40 por ciento aproximadamente no contestó.
Delfina Gómez, actual secretaria de Educación y en una tormenta por el diezmo cobrado de Texcoco cuando fue alcaldesa, puntea, seguida de Alejandra Del Moral, del PRI, que resulta sumamente competitiva en el escenario contra Higinio Martínez, siempre y cuando sea en alianza.
Enrique Vargas, del PAN, aparece por debajo del 20 por ciento, seguido por Juan Zepeda, y promedia 13 ó 14 puntos.
Vámonos: María Elena Álvarez-Buylla no conoce la vergüenza. Le valieron las protestas de los estudiantes del CIDE. Ayer concretó el golpe a la institución al dar más poder al director y atribuirse (al Conacyt) la decisión sobre quién debe ser el director.
En fin, es una sinvergüenza.
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