TULTITLÁN, Méx. El asesinato de un migrante guatemalteco provocó un conflicto social en la colonia Lechería, en donde se ubica la Casa del Migrante San Juan Diego, toda vez que habitantes de esta comunidad rechazan la permanencia del albergue, que según ellos sólo les ha traído inseguridad y problemas.
Grupos de colonos pretendieron cerrar la Casa del Migrante, en tanto que los encargados del lugar organizaron una marcha para exigir se aclare el asesinato del guatemalteco Julio Fernando Cardona Agustín, de 19 años de edad, quien presuntamente fue detenido por policías de Tultitlán, acusado de robo, y posteriormente su cuerpo fue hallado sin vida.
Asimismo, Leticia Gutiérrez Valderrama, secretaria ejecutiva de la Dimensión Pastoral de Movilidad Humana, dijo que la sociedad civil y la Iglesia Católica deben participar en la elaboración del reglamento de la nueva Ley de Migración, aprobada en abril pasado, lo que garantizará que se mantenga el espíritu de dicha legislación a favor del respeto de los derechos humanos de los migrantes.
Agregó que la ley migratoria fue aprobada por las dos Cámaras y ratificada por el presidente Felipe Calderón Hinojosa, por lo que en este momento está en proceso la elaboración del reglamento de la misma.
“Estamos en espera del reglamento, Migración dice que está en tiempo y forma. Esperamos que este reglamento sea acorde a la Ley Migratoria”, dijo.
Agregó: “Hemos pedido, desde la sociedad civil y desde la Iglesia Católica, colaborar con el reglamento. Hasta la fecha no nos han invitado, no hemos sido copartícipes del reglamento, creemos y queremos que el reglamento vaya en el mismo espíritu de la nueva ley y esperamos, porque todavía no lo tenemos”.
Gutiérrez Valderrama mencionó que, a pesar de la aprobación de la citada ley, los derechos de los migrantes centroamericanos siguen siendo vulnerados en su paso por México, sobre todo por el crimen organizado coludido con autoridades mexicanas.
“En días pasados el Instituto Nacional de Migración y el gobierno decían que los migrantes habían disminuido. Sin embargo, para nosotros ha sido muy notorio (lo contrario) porque nuestras casas siguen estando asistidas por los migrantes y las agresiones se han vuelto más violentas. Los migrantes siguen siendo violentados, secuestrados, golpeados y extorsionados, no ha parado la violencia en contra de ellos”, expresó.
En la Casa del Migrante San Juan Diego la Dimensión Pastoral de Movilidad Humana distribuyó visas humanitarias otorgadas por el Instituto Nacional de Migración (INM) a familias de migrantes desaparecidos y a indocumentados centroamericanos, con las cuales podrán transitar libremente por el país.
Añadió que la nueva ley migratoria contempla el otorgamiento de visas de tránsito a migrantes, con el objetivo de que éstos ya no se suban al tren y utilicen otros medios de transporte, como autobuses, lo que reduciría los riesgos a los que se enfrentan en su camino hacia Estados Unidos.