Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz Ahlf y Lenia Batres Guadarrama.
Las tres ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que impuso Andrés Manuel López Obrador sin haber comprobado su conocimiento de leyes, mucho menos de la Constitución, ya andan en campaña abierta e impunemente… cuando están en funciones y ni siquiera ha comenzado la competencia para la elección judicial.
Quieren presidir la Corte o repetir en el cargo.
Esquivel Mossa, plagiaria -según las investigaciones y peritajes- de sus tesis para licenciatura en la UNAM y de doctorado en la Universidad Anáhuac es, acaso, la más cínica.
Rodeada de un equipo de abogados que le ayuda en la SCJN, armó una estrategia legaloide para colocar un bozal a la UNAM -concluyó que sí hubo plagio- y que no pudiera hablar de ella.
Nada, pese a tener las pruebas.
La UNAM concluyó que, efectivamente, la tesis es idéntica a la de Edgar Ulises Báez Gutiérrez -otro estudiante- pero no ha actuado con el argumento de que su legislación no contempla un caso así y dejó en manos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) el retiro del título a Esquivel Mossa.
El plagio o robo de la tesis que cometió la esposa de José María Riobóo, contratista, amigo y consejero de López Obrador quedará impune y, además, podría llegar a la presidencia de la SCJN, carrera que perdió precisamente ante la actual presidenta del tribunal, Norma Leticia Piña Hernández, cuando se conocieron sus trampas.
En la Anáhuac, la conclusión fue que hubo plagio, pero que nada podía hacerse, porque en 2009, cuando fue el examen, no existían las herramientas tecnológicas de hoy y, pasados tres años, es imposible hacer algo.
De acuerdo con el diario El País -que hizo la investigación peridística- 209 de las 456 páginas de la tesis titulada Los derechos fundamentales en el sistema jurídico mexicano y su defensa, que Yasmín presentó fueron copiadas de 12 trabajos publicados.
Esa es la honesta experta en leyes que pretende presidir la Corte y que anda en campaña ilegalmente.
Una actividad inusual en redes, en entrevistas con seudoperiodistas del régimen y en cualquier medio de comunicación conocido o por conocer.
Loretta, otra porrista declarada de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), viuda de José Agustín Ortiz Pinchetti, quien fuese titular de la Fiscalía Especializada en materia de Delitos Electorales y amigo de López Obrador, es igualmente una cínica.
Acude a mitines, a entrevistas y hace toda clase de publicaciones y declaraciones a favor de su candidatura.
Y lo reconoce: “soy fundadora de Morena”.
¿Acaso eso es lo que quieren los aplaudidores morenistas?
Finalmente, Lenia Batres Guadarrama.
La señora de vecindad exhibida mentando madres a una vecina “hija de su reputísima madre”, llegó a la Corte sin saber siquiera cuántos artículos tiene la Constitución mexicana.
La hermana de Martí Batres Guadarrama y de Viétknika y Valentina, de los mismos apellidos, no tiene argumentos para estar en el máximo tribunal del país por su ignorancia y zalamería con el sistema.
Y también anda muy activa en busca de la presidencia de la Corte.
¿y la autoridad?
No existe. Es de Morena.
Permite la violación de la ley.
Vámonos: Marco Antonio Rodríguez Hurtado, ex alcalde de Tlalnepantla, es el nuevo delegado del PRI para la CDMX.
Lo designó Alejandro Moreno Cárdenas, el líder nacional tricolor y senador.
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