TOLUCA, Méx.- La automedicación y el empleo inadecuado de antibióticos son un grave riesgo para la salud, pues propicia que los microorganismos se hagan resistentes, es decir que tomar antibióticos innecesariamente debilita la capacidad de los fármacos para combatir infecciones cuando estos realmente se requieran, advirtieron especialistas del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM).
Ante esta situación, ISSEMyM concientiza a sus derechohabientes mediante asesorías personalizadas durante la consulta, sobre el uso correcto de fármacos y la importancia de recurrir oportunamente a los establecimientos de salud en caso de presentar cualquier malestar.
Angélica María Flores Salgado, Jefa del Departamento de Farmacias Hospitalarias del ISSEMyM, comentó que desde el punto de vista de la prescripción hospitalaria, el uso incorrecto de antibióticos puede provocar cuatro efectos indeseables importantes: incrementa la resistencia bacteriana -con inminente aumento de morbilidad y mortalidad por infecciones nosocomiales-, riesgo de sobreinfecciones, aparición de reacciones adversas por toxicidad del antibiótico e impacto directo sobre las recaídas, revaloraciones y nuevas prescripciones que se tengan que hacer.
Agregó que durante todo el año, médicos y enfermeras se capacitan para implementar novedosas estrategias de administración de medicamentos que mejoren la prescripción de los antimicrobianos, sus indicaciones y el buen uso de los fármacos, minimizando efectos indeseables y adecuando su costo sin sacrificar la calidad asistencial del enfermo.
“En el ISSEMyM sustentamos el uso de nuestros antibióticos en normas y recomendaciones apegadas a las Guías de Prácticas Clínicas Internacionales. Nos regimos por la Dosis de Referencia del Consejo de Salubridad General y por la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con relación a la Dosis Diaria Definida, las cuales son ejecutadas puntualmente por nuestro personal médico”, explicó Flores Salgado.
La experta puntualizó que los antibióticos son efectivos contra las bacterias y no contra los virus, estos últimos son los responsables del 90 por ciento de las irritaciones de garganta y del 100 por ciento de los casos de gripe, por lo que “los pacientes deben usar solamente los antibióticos que prescriba el médico, respetando las pautas indicadas”, reiteró.
Enfatizó la importancia de terminar los tratamientos aunque al segundo día haya una mejoría, ya que debe respetarse la duración, dosis y horario, sin alterar ni combinar algún otro medicamento o remedio casero, pues eso puede provocar resistencia a las bacterias, subrayando que los antibióticos nunca se deben compartir con amigos o familiares.
Para finalizar, la Jefa del Departamento de Farmacias Hospitalarias del ISSEMyM añadió que todo abuso al consumo de antibióticos supone un enorme gasto sanitario y muchas veces sin que represente un beneficio para la salud.