TOLUCA, Méx.- La esgrimista Paola Pliego encontró en Uzbekistán un remanso de paz, de apoyo y arropo, y por ello adquirió la nacionalidad de su nueva patria, pues aseguró que en México sólo recibió el desprecio y desprestigio de dirigentes e instituciones deportivas.
Jorge Castro, a través de la presidencia de la Federación Mexicana de Natación, se convirtió en el obstáculo más espinoso que un deportista jamás quiere toparse en su vida, porque se convirtió en un muro de alambre de púas para que no pudiera competir, por una supuesta falta deportiva.