CIUDAD DE MÉXICO, Méx.- La Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Museo Nacional de Historia (MNH), y la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar) presentan la exposición Educación naval militar en el Castillo de Chapultepec, para recordar un fragmento de la historia de esta disciplina en el país, cuando esta carrera se estudiaba en la entonces sede del Colegio Militar.
En las salas 9 y 10 del recinto más de una decena de piezas, cedidas por la Semar, en calidad de préstamo, dan cuenta de cómo eran formados los marinos para la defensa de la soberanía nacional en mares, costas y litorales, destacando la “Fragata Chapultepec”, un modelo de buque de vela utilizado para ilustrar a los alumnos sobre su composición y funcionamiento.
A partir del establecimiento del Ministerio de Guerra y Marina, en 1821, en el despunte del México independiente, la Armada inició la formación de marinos con este fin. En 1837, los estudios de la Marina se trasladaron desde Villa de Córdoba, Veracruz, al Colegio Militar del Ex Arzobispado de Tacubaya, cuya sede cambió a Chapultepec, en 1842.
En esta historia destaca la figura del capitán de navío Francisco García, director del colegio entre diciembre de 1846 y mayo de 1847, el único marino militar quien ha desempeñado ese cargo, hasta hoy; así como las de Félix Gómez y Francisco Villaseñor, aspirantes de Marina que participaron en la defensa del Castillo de Chapultepec, el 13 de septiembre de 1847, durante la Intervención Norteamericana.
Los estudios de Marina se restablecieron en esa sede hasta 1883, donde se formarían oficiales como José María de la Vega, Manuel E. Izaguirre y Manuel Azueta, quienes después fungieron como docentes de diversas materias.
Las piezas que ahora comparte la Semar con el público del MNH, principalmente instrumentos de navegación, como una corredera de barquilla, un cronómetro marino de la segunda mitad del siglo XIX, un reloj de arena, un sextante de 1969, un globo terráqueo, así como un pupitre y un libro de arte naval de la primera mitad del siglo XX, son testimonio de la impartición de conocimientos especializados en ciencias náuticas.
En ese espacio, los cadetes de la Marina recibían lecciones de mecánica aplicada a la navegación, cosmografía y técnicas de pilotaje, materias que con el paso del tiempo formaron parte de la tradición marinera. Al respecto, cabe mencionar que también realizaban prácticas a bordo del “Vapor de Guerra de México” y de la “Corbeta Escuela Zaragoza”.
Durante el porfiriato, los cadetes de Marina que estudiaban en el Colegio Militar de Chapultepec utilizaron diversos uniformes. Su indumentaria, signo de la profesionalización y sentido de pertenencia de esta rama militar, seguía los reglamentos de uniformes y ordenanzas que rigieron a la institución en esa época.
En la Sala 10 del MNH se pueden observar dos réplicas, una del uniforme ordinario de verano de un capitán de fragata, basado en los reglamentos de 1898, y otro de gala de aspirante de primera, basado en los reglamentos de 1879, compuestos por prendas básicas, como: saco tipo levita, pantalón, camisa, gorra, zapatos, sable, cordones y moño.
La “Fragata Chapultepec”
El 11 de octubre de 1887, el Ministerio de Guerra y Marina creó las materias de Movimiento de bajeles, Nomenclatura de términos náuticos y Teoría de vientos y corrientes, para la formación de los cadetes navales en el Colegio Militar de Chapultepec, por lo cual fue necesario contar con un modelo de buque de vela a escala, para conocer su composición y funcionamiento.
El modelo está basado en una fragata de principios del siglo XIX, la cual fue obsequiada por la familia Mirón, en 1896, y nombrada “Chapultepec”, en alusión a la sede del colegio, en ese momento; el aula donde se colocó esta maqueta fue denominada por los cadetes y maestros como el salón del “Barquito”, incluso después de haber sido retirada de este espacio.
La “Fragata Chapultepec” sirvió a varias generaciones de cadetes para su educación naval, hasta que, en 2005, se incorporó a la colección del Museo Naval México, en Veracruz; por tal motivo fue reemplazada por una réplica para continuar con su función educativa en la Heroica Escuela Naval Militar, en Antón Lizardo.