Para Xóchitl Gálvez Ruiz el domingo fue de contrastes.
Por un lado, su cierre de campaña junto a Santiago Taboada Cortina en el Zócalo capitalino fue un éxito, pero, por otro, dejó ir viva de nuevo aClaudia Sheinbaum Pardo en el tercero y último debate presidencial.
¿Cómo es posible que teniendo el tema desafortunadamente para los mexicanos estelar, la inseguridad, los 187 mil asesinatos y los abrazos, no balazos, no los haya sabido utilizar para acabar con la señora que se rehúsa a contestar cínica y despóticamente?
Sus asesores, encabezados por Max Cortázar, le dijeron que retomara el concepto narcocandidata y lo explicara, pero se alejó del hilo conductor.
Sí, exhibe los presuntos nexos de la candidata de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) con el narcotráfico, con base en el libro de Anabel Hernández, pero ayúdate con la realidad, con los datos duros, con los que conoce el grueso de la población.
¡Los tienes a la mano y es el tema que más preocupa a los mexicanos, junto a la salud!
¿Por qué si Morena gobierna Zacatecas a nivel estatal y municipal y es el estado más inseguro del país, no lo usas y señalas eso, precisamente, que el partido de Andrés Manuel López Obrador gobierna.
Xóchitl llegó al debate bien preparada, con buena información, pero ésta fue tanta que la desbordó.
Y también dejó vivir al farsante Jorge Álvarez Máynez que sólo fue a golpearla.
De nuevo pregunto:
¿Por qué no utilizaste una buena parte de tus tiempos para voltear a ver a Máynez y decirle de frente, volteando también a la cámara, que es un traidor, un palero, un esquirol, un patiño de López Obrador y Dante Delgado Rannauro, líder de Movimiento Ciudadano?
Debiste decirle a la gente, a los televidentes, que no se dejen engañar, que Máynez sólo está en la competencia para quitarle votos a ella.
Pero no, el palero la atacaba, la golpeaba y ella no contestó ni una sola vez.
Sheinbaum, por su parte, descarada y soberbia, en actitud de perdonavidas, sólo hablaba de presuntos logros y negaba, de pronto, lo que Xóchitl decía.
Ya se verá si le resulta, porque las encuestas, esas que dicen lo que el que paga quiere, muestran tendencias absolutamente contrarias.
Xóchitl no aprovechó la inercia del mitin y las marchas de la mañana como se creyó que sería.
Se acabaron las campañas y, ahora, a las urnas el 2 de junio.
Vámonos: El monstro rosa podría dar una sorpresa a los autoritarios de Palacio Nacional.
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