TLALNEPANTLA, Méx.- La ruptura del Emisor Poniente le arrebató todo, hasta la vida de su padre. La noche del 6 de septiembre del 2009 un torrente de agua inundó su vivienda en el fraccionamiento Valle Dorado y su progenitor quedó atrapado en su recámara del primer piso. El agua subió 1.80 metros y fue imposible auxiliarlo. A un año de distancia las autoridades le niegan apoyo.
“Es una burla”, afirma Georgina Badillo Parra, habitante del número 422 de la calle Coquimbo, en Valle Dorado, cuyo padre Jesús Badillo Vázquez, de 82 años de edad, murió ahogado al inundarse su vivienda.
Relata que a un año de la tragedia, en la que perdió casi todo su patrimonio, no ha sido indemnizada por la muerte de su padre, a pesar de que envió escritos pidiendo ayuda al gobernador Enrique Peña Nieto y al presidente Felipe Calderón Hinojosa.
“A la fecha, si ustedes van a mi domicilio a ver cómo está la recámara de mi padre, no me entregaron ni puertas, nos dejaron todo mal. O sea es una burla, es una vida, es mi padre, mi patrimonio, el patrimonio de mi mamá, todo se fue. Mi mamá es una persona de 80 años y dependía de mi padre”, relata.
Badillo Parra menciona que su vivienda es de dos pisos y la recámara de su padre está en la planta baja, en donde el agua alcanzó 1.80 metros de altura. Ese día varios vecinos los ayudaron, aunque no lograron rescatar a su familiar con vida, debido a que la puerta se atoró por el líquido.
Añade: “y a la fecha, un año, no me responden y me traen de un lado para otro. Estoy pidiendo, sí, una indemnización por la vida de mi padre. No le estoy poniendo precio, porque eso no tiene precio, pero sí que alguien me responda”.
PIE DE FOTO: Georgina Badillo Parra, vecina de Valle Dorado.