TLALNEPANTLA, Méx. El valle de México es un coctel de riesgos. Autopistas mal diseñadas, ductos de Pemex, torres de alta tensión, estaciones de gasolina y empresas de productos químicos son algunos ejemplos del carácter explosivo de la metrópoli.
El pasado 7 de mayo el estallido de una pipa de gas LP en San Pedro Xalostoc, Ecatepec, recordó brutalmente a la sociedad mexicana los riesgos latentes de la urbe.
El incidente vulneró a la población y cobró la vida de 25 personas inocentes, incluidos niños, además de causar lesiones graves a 12 personas más, algunas que se debaten entre la vida y la muerte.
A pesar de que el gobierno estatal cuenta con un Atlas de Riesgos y cada municipio tiene a su vez el propio (o debería tenerlo), las tragedias se repiten en la entidad, una tras otra, con víctimas inocentes.
Las autopistas México-Querétaro, México-Pachuca y México-Toluca son escenario de frecuentes accidentes. En algunos casos el mismo punto se repite como mortal para los conductores, las llamadas “curvas del diablo”, sin que las autoridades y los propios automovilistas puedan evitar el fenómeno.
Otro ejemplo de carretera peligrosa es la vía Jorge Jiménez Cantú, en la Zona Esmeralda de Atizapán, donde más de 30 corazones azules advierten del riesgo de accidentes, cada uno colocado en el sitio donde murió una persona.
REVISIÓN METRO POR METRO
Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes del gobierno federal, informó que la autopista México-Pachuca será revisada “metro por metro” para determinar cuántos viviendas en situación de riesgo se ubican al lado de ella y los puntos de peligro para los automovilistas.
Las colonias San Pedro Xalostoc, Tultepetlac, Santa Clara, Jajalpa, San Carlos y Benito Juárez, de Ecatepec, y Constitución de 1917, en Tlalnepantla, son vecinas de la autopista México-Pachuca y cientos de viviendas se ubican junto a esta transitada vialidad.
“La autopista vino a nosotros, no nosotros a la autopista”, aseguró Heliodoro Enríquez Martínez, presidente de la Comisión de Mejoras del Sector Cuauhtémoc de San Pedro Xalostoc, quien dijo que desde el 2009 advirtieron a las autoridades del riesgo de la autopista México-Pachuca, cuando iniciaron obras de ampliación de la vialidad.
Apolinar Mena Vargas, secretario de Comunicaciones del estado de México, dijo que el diagnóstico de la autopista México-Pachuca ya inició y estará listo en los próximos días.
Agregó que el documento determinará el número de viviendas en riesgo y las alternativas de reubicación y de obras para mitigar la situación. También detallará el tipo de adecuaciones que deben realizarse en la carretera para disminuir los riesgos de accidentes, como señalamientos y reductores de velocidad.
Habitantes de San Pedro Xalostoc afirmaron que “después del niño ahogado quieren tapar el pozo”, en alusión a los proyectos anunciados por los gobiernos federal y estatal para disminuir los riesgos en la autopista México-Pachuca, que debieron tomarse antes del fatal accidente.
LA CURVA DEL DIABLO DE REYES HEROLES
El tramo de avenida Jesús Reyes Heroles, en Tlalnepantla, que es el ramal de la autopista México-Querétaro a Vallejo, Distrito Federal, es llamado por los propios conductores como la “Curva del Diablo”.
Justo frente al panteón Jardines del Recuerdo los accidentes son frecuentes en ambos sentidos y han cobrado la vida de decenas de personas. Las medidas de prevención implementadas por los gobiernos estatal y municipal han dado resultados, pues han disminuido los percances, pero no han terminado con ellos.
Carlos Ruiz Sánchez, ex subdirector de Protección Civil de Tlalnepantla, reconoció en su momento que dicho tramo es una trampa para los conductores de vehículos pesados.
Vibradores, líneas logarítmicas, letreros y hasta un semáforo preventivo (ya derribado) advierten inútilmente del peligro a los choferes.
Anteriormente se registraban alrededor de 25 accidentes graves en la curva de Reyes Heroles, cifra que actualmente disminuyó, pero que no ha podido ser erradicada, sobre todo por la resistencia de los choferes a no rebasar los límites de velocidad permitidos y conducir con precaución.
La autopista México-Querétaro es otro ejemplo de vialidad peligrosa y son decenas de personas las que han muerto en accidentes vehiculares.
Anteriormente la curva de La Quebrada era una trampa para los vehículos pesados que circulaban por la México-Querétaro, pero a raíz de que la autopista fue ampliada, hace más de 10 años, el número de accidentes disminuyó notablemente.
La autopista México-Toluca es otra trampa para los conductores. Dos rampas de emergencia en Lerma, una construida recientemente, luego de un accidente en el que murieron alumnos de la UNAM, dan cuenta del peligro de la vialidad.
CORAZONES AZULES
La organización Familias Unidas trabaja intensamente en Atizapán para disminuir los accidentes en la vía Jorge Jiménez Cantú, en la Zona Esmeralda del municipio.
Hace cinco años inició el trabajo de dicha organización vecinal. Más de 30 corazones azules han sido colocados en los sitios exactos donde murieron personas en accidentes viales, como recordatorio implacable para los automovilistas.
“Parece que vamos mejor, en los últimos cuatro meses hemos tenido cinco accidentes, de los cuales dos han sido de alcance, no hemos tenido ningún problema, no ha habido fallecidos y eso es bastante bueno. Antes teníamos en promedio uno o dos fallecidos al mes”, aseguró María Esther García Miravete, presidenta de Familias Unidas.
La organización, integrada por colonos de la Zona Esmeralda, sobre todo jóvenes, promueve desde su fundación la cultura vial en el municipio y ha exigido a los gobiernos estatal y municipal la adecuación de vialidades, por lo que incluso se han realizado estudios especializados en la materia.
García Miravete explicó que al momento de un accidente fatal el corazón deja de recibir sangre y se torna de color azul o cianótico, por lo que en el lugar del siniestro colocan un corazón azul de material resistente, que advierte a los automovilistas del riesgo que corren al conducir sin precaución.
COCTEL EXPLOSIVO
Los riesgos del valle de México son muchos. Los ductos de Pemex y de empresas de gas natural cruzan gran parte de los municipios conurbados al Distrito Federal. Cientos de familias están asentadas irregularmente sobre ductos de combustibles.
En los últimos años se han registrado fugas de combustible en ductos debido a la “ordeña” de los mismos. En alguna ocasión fueron aseguradas más de 10 pipas que cargaban de manera ilegal el combustible, en los límites de Nextlalpan con Tultepec.
En el 2006 fue clausurado el ducto de gas que corre de Venta de Carpio, Ecatepec, a San Juan Ixhuatepec, Tlalnepantla, el cual transportaba gas LP a dicha población mexiquense, donde están instaladas seis empresas gaseras.
Desde entonces las gaseras son abastecidas por enormes pipas, lo que representa enorme riesgo para la población, como se pudo constatar en el caso de San Pedro Xalostoc, Ecatepec.
Muchas comunidades, sobre todo asentamientos irregulares, son cruzadas por torres de Alta Tensión, lo que también representa riesgo para la ciudadanía.
Las empresas de alto riesgo, como gasolineras o fábricas que utilizan productos químicos, están por doquier en la metrópoli.
Casi 48 horas tardaron decenas de bomberos en apagar el fuego en una enorme bodega de cartón al aire libre que se incendió el pasado 22 de marzo en la colonia Miguel Hidalgo, en Ecatepec, cuyos pobladores aspiraron durante ese tiempo el humo tóxico emanado de las cenizas.
Los riesgos existen en la gran urbe, pero es necesario reducirlos al máximo y evitar que ocurran tragedias como la mencionada en San Pedro Xalostoc, Ecatepec.