Hasta anoche, el saldo por la entrada de Patricia, calificado como el huracán más potente y devastador en la historia del mundo, a las costas mexicanas era blanco.
Inundaciones, destrozos, árboles, palmeras y anuncios espectaculares derribados y automóviles arrastrados por el agua eran lo más grave, pasada la medianoche.
A diferencia de lo ocurrido en Guerrero en 2013 con Ingrid y Manuel y en Baja California en 2014 con Odile, el gobierno mexicano desplegó el operativo más grande y mejor coordinado, al parecer, en la historia.
Enrique Peña Nieto asumió su rol de jefe de Estado, encabezando reuniones de emergencia, suspendiendo su agenda y concentrándose, exclusivamente, en la atención del fenómeno.
Secretarios de Estado y el coordinador de Protección Civil, Luis Felipe Puente, fueron enviados a las diversas entidades, principalmente a Colima y Jalisco para atender, sin descanso, la emergencia.
Y no es exageración.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos considera que aún el paso de Paty por tierra es extremadamente peligroso.
Y es que esta madrugada, aunque ya en categoría 2, avanzaba por el centro del país y se dirigía hacia el norte, donde causará estragos en Tamaulipas y Nuevo León, para entrar a Texas.
Hasta anoche, el esfuerzo del gobierno, de la sociedad y, por supuesto, de los tuiteros y feisbuqueros había arrojado un resultado sinceramente no esperado, por la magnitud del fenómeno natural.
De concluir así, será una noticia excelente y motivante para el país, agobiado por violencia, crimen, crisis financiera y escándalos de corrupción.
Ayotzinapa, Tlatlaya, la caída del petróleo, la devaluación ofensiva del peso, La Casa Blanca, la de Malinalco, la de Ixtapan de la Sal, la gira a Inglaterra y, por supuesto, la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán Loera y más, han lastimado a los mexicanos y una nueva tragedia intensificaría la de por sí grave depresión.
La alerta se mantiene y falta aún que cruce el territorio, para salir por Tamaulipas y el Golfo de México.
Habrá que esperar para conocer el saldo.
Colima: la farsa
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN) son lo mismo.
Se asocian, se pelean en tiempos electorales, y vuelven a hacer como que se odian.
Como siempre, pretenden hacernos creer que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, vulgo Trife, canceló la elección para gobernador en Colima con base en la ley, por una presunta intervención directa, burda y grosera del secretario de Desarrollo Social estatal, Rigoberto Salazar Velasco, a favor del candidato del tricolor, José Ignacio Peralta.
Eso no lo cree ni un niño de pecho. Y no porque la intervención haya sido mentira. Eso ocurre en todas las elecciones.
Es una negociación, un acuerdo, porque los albiazules son claves para los propósitos del tricolor y del gobierno federal.
No debe olvidarse que faltan reformas y concluir las ya aprobadas.
La anulación tiene varias aristas.
Una apunta hacia Ricardo Anaya, líder del panismo, porque se congracia con quien lo puso ahí, Gustavo Madero Muñoz, ya que el candidato perdedor-ganador-perdedor –así fueron los tumbos de los resultados del Instituto Estatal Electoral-, Jorge Luis (Des) Preciado, muchacho del chihuahuense.
Preciado, político de segunda división, pero abusivo de grandes ligas –no olvidemos su fiesta con pomos y mariachis en las instalaciones del Senado, que considera suyas- es consentido de Madero, que le utilizó para golpear a Ernesto Cordero, herencia del chaparrito pelón de lentes, Felipe Calderón.
Otra apunta hacia Parque Lira y Bucareli, donde el panismo quiere quedar bien.
A Manlio Fabio Beltrones, líder nacional del PRI; Miguel Angel Osorio Chong, secretario de Gobernación, y Enrique Peña Nieto les interesa tener de su lado a los pitufos conservadores de doble moral.
El magistrado Manuel González Oropeza había presentado un proyecto el 13 de octubre que perfilaba el reconocimiento del triunfo de Peralta y el miércoles 21, cuando estaba prevista la votación, se canceló la sesión y se programó para el jueves.
¿Y qué cree?
Que así, de pronto, como por arte de magia, González Oropeza modificó su proyecto y ¡zas!, que lo respaldan sus compañeros en el Trife.
El tricolor se dijo molesto, pero respetuoso –jojojo-, y el albiazul aplaudió la democracia y los tamaños del tribunal.
Preciado y Peralta serán candidatos nuevamente en la elección extraordinaria, que se llevará a cabo en 2016.
En 2003 también fue candelada la elección en Colima, en la que Gustavo Vázquez Montes triunfó. Volvió y ganó, con el apoyo de Fernando Moreno Peña, baleado hace unos días.
Vázquez Montes murió en un avionazo y fue relevado por Silverio Cavazos, asesinado al concluir su mandato. Así de bonita es la polaca colimense. Una finura.
¿Y luego?
Y en caso del apagón analógico, ¡cuánto poder tiene la televisión!
Bastó con que sugiriera buscar una solución -está programado para el 31 de diciembre de este año bajar el switch-, para que los diputados y senadores de todos los partidos, encabezados por el PRI, en consecuencia gobierno, modificaran así, de pronto, su posición y apoyaran una prórroga hasta el 31 de diciembre de 2016 o, en el peor de los casos, hasta el 30 de junio del mismo año.
¿El argumento?
Que sería cuasi inhumano dejar a siete u ocho millones de mexicanos que no tienen para comprar una pantalla, un smartphone, una tableta marca Acme, o ya, de perdis, un decodificador de 500 varos, sin su tele.
¿De veras creen que en seis meses o un año esos pobres mexicanos van a tener los aparatos que se requieren?
¿Cómo le van a hacer? Porque si en seis años –Felipe Calderón anunció el cambio de analógico a digital en 2009- no se ha conseguido que tengan acceso, mucho menos en un año.
Ni el programa de televisores o pantallas que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) implementó ha sido suficiente.
Difícilmente, entonces, tendrán la señal digital y vendrá oootra prórroga.
Vámonos: La recaptura de El Chapo se volvió obsesión.
Alberto Montoya
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