El terremoto que azotó Myanmar generó el colapso de múltiples edificios e infraestructura en el depauperado país, donde residentes de zonas afectadas narran el desconcierto y las dificultades de las tareas de rescate mientras se teme por un alto número de víctimas.
“Todos los edificios están completamente destrozados (…) Ha sido el caos”, dice a EFE una mujer de 40 años desde Naipyidó, la capital, una de las zonas afectadas por el terremoto.
“Ha sido espantoso. Me quedé atrapada en casa unos minutos, si se hubieran derrumbado las paredes habría muerto”, añade a través del servicio de mensajes de Faceboook.