Exorcismo selvático y nostalgia del Hornitos por los desfiladeros de la vida
La llovizna arreció en aquella cima del mundo, la montaña en toda su plenitud era un espectáculo como pocos, las nubes rozando las rocas y la espesura de la vegetación y ya casi para meterse el sol pusieron en alerta al Moreno. Y más cuando con caras de pocos amigos, se dirigían hacia él tres…