El vuelo del ángel de la madrugada
La oscuridad se filtró de batacazo, lo último que recordó el Juan Barrancas fue que estaba en la negritud, sin ver nada, solo escuchaba los gritos de ¡nos faltan 43! Más fuerte, ¡Nos faltan 43! ¡No se escucha! ¡Hijo de Karam, Peña Miento, Osorio escuche nos faltan 43! Luego se abrió un portal, era ya…










