Un rastafari perdido en Puerto Escondido sufriendo horrores por su perfil griego
La espesa mezcla del maíz azul combinado con la cocoa y el agua bendita con unas varas de canela fortificaron el espíritu del Johny Barrancas, quien le pidió al madrugador tamalero otro vaso de champurrado y apuro el trago hirviente y recobro vida cuando degusto la mitad del tamal de dulce, cuando aparecieron tres fulanos…