Tal como ha sido su sexenio con altibajos, el presidente Felipe Calderón se metió de nuevo esta semana a la elección y lo hizo para apoyar a la candidata del Partido Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota.
Y es que don Felipe de Jesús Calderón Hinojosa se entromete un día de lleno y a las 24 horas parece no recordar quién es Josefina, Chepina para los cuates, ni que México vive el proceso electoral. Y en esa vertiente de sube y baja, el ocupante en turno de Los Pinos comenzó con su tweet en pleno debate presidencial –acaso no violatorio de la ley, pero sí de las buenas costumbres en la política-, para rebatir los 300 mil millones de pesos de ahorro que Andrés Manuel López Obrador planteó como parte de su austeridá republicana y juarista. “Si el gobierno despidiera a todos los altos funcionarios, de director a presidente, ahorraría 2,000 mdp, no 300,000 mdp. 1⁄2 sueldo: 1,000 m”, escribió en su cuenta @FelipeCalderon. Insisto, el mensaje en twitter pudo no ser ilegal en términos electorales, pero demuestra, sin lugar a dudas, que el llamado Peje no es, ni por asomo, del agrado presidencial. Y por si fuera poco, ordenó al secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade, salir el lunes a ofrecer conferencia de prensa para refutar lo dicho por el tabasqueño -acaso con argumentos contundentes, pero ese no es el tema– y aprovechar el sabido escándalo mediático que su tweet había desatado. El martes, como si no hubiese quedado claro, aprovechó el mensaje a medios con motivo de la Cumbre de Líderes del Grupo de los 20 (G-20) que se llevará a cabo lunes y martes próximos en Los Cabos, Baja California, para opinar oootra vez y en su afán por meter de nuevo a la pelea a Josefina Vázquez Mota, que ocupa un lejano tercer lugar en las encuestas, debajo de Andrés Manuel López Obrador, segundo, y del puntero, Enrique Peña Nieto, tirarse con todo. “A mi juicio, cualquiera de los candidatos en este momento, cualquiera de los candidatos, especialmente los tres punteros, puede ganar la elección porque los márgenes de diferencia entre uno y otro, en algunas encuestas los marcan muy amplios, pero en otras realmente son muy estrechos”, señaló en un mensaje que derivó de manera premeditada en conferencia de prensa. “La elección presidencial no está decidida, se va a decidir el 1 de julio”, por lo menos entre tres de ellos “muy competitivos, y creo que va a ser una elección igualmente muy competitiva, donde cada voto va a contar”, dijo don Felipe y pidió “no subestimar” a quienes ejercerán su derecho a votar. ¡Ah!, y por si fuera poco, recordó cómo las preferencias sufrieron una variación después del primer debate, y sugirió un fenómeno similar tras el segundo, “pero la elección está por decidirse”. ¿Del llamado de Fox a votar por Peña Nieto? “No daré una opinión sobre él y sobre su mensaje. Soy un hombre que tiene una convicción ética, política, ideológica. He sido siempre leal a ella y seré siempre leal a ella. Toda mi vida he tenido ideas acerca del México que quiero construir”. O sea que Fox es todo lo contrario ¿no?
No temo a persecución de AMLO: Calderón Y ya entrados en calor, en la misma conferencia, aseguró no temer a la persecución de López Obrador, candidato presidencial de las izquierdas, luego de que éste, en Tercer Grado, programa de debate de Televisa, afirmara que no, que nel, que no perseguirá al presidente Calderón –resbalón del Peje o búsqueda conciliatoria “por si gano”-, porque seis años se había negado a llamarlo así, ¿lo recuerda?- debido a los sesenta mil muertos de su sexenio producto de la guerra al crimen.
Quietos, quietos
Y a diferencia del primer debate, en el segundo y último oficial –aún falta el de #YoSoy132 el martes en la sede de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF)-, las preferencias no se movieron un ápice. A la cabeza se mantiene Enrique Peña Nieto en la mayoría de las encuestas, seguido por Andrés Manuel López Obrador y en un lejano tercer sitio Josefina Vázquez Mota. Cuando el mundo entero esperaba un choque de trenes, como sucedió la primera vez, sólo Josefina se dedicó a golpear a todos –hasta a Quadri, quien ya no subió ahora que el electorado sabe que es títere de Elba Esther Gordillo-, mientras Peña Nieto y López Obrador se dedicaron a hacer propuestas, incluida, por supuesto, la de los 300 mil millones de pesos ya mencionada. Lo chusco fue cuando doña Josefina llamó a imaginar que los candidatos eran candidatas y describió una a una, con las características de cada uno. En fin.
¿Qué sucede con los asesinatos de periodistas?
En esta guerra contra el crimen que suma más de sesenta mil muertos, los periodistas son acaso uno de los sectores más indefensos y más golpeados. El asesinato de Víctor Báez Chino, editor de una página de internet y colaborador del diario Milenio, no puede ni debe quedar impune. La ejecución se la adjudicó el cártel de Los Zetas. Ya son nueve ejecutados en el actual gobierno de Veracruz y hasta ahora no se ha esclarecido ningún caso. Y ayer, por cierto, apareció viva la reportera Estefanía Cardoso, de Coahuila, quien estuvo perdida al menos una semana junto a su hijo de sólo dos años de edad. No se sabe con precisión qué sucedió, pero lo importante es que está a salvo. Ya Felipe Calderón anunció protección de la PGR.
Jabea a sus adversarias
Aunque Miguel Angel Mancera enfrentó el domingo pasado una ofensiva directa de Beatriz Paredes, del PRI; Isabel Miranda de Wallace, del PAN; y Rosario Guerra, de NA, en el segundo y último debate entre candidatos al Gobierno del Distrito Federal (GDF), no sufrió ni un rasguño y se perfila como pateando un bote hacia el triunfo. En el primero, sus plateados cabellos ni se despeinaron y el encuentro resultó aburrido y de somnolencia. El segundo tuvo un poco de sabor por los reclamos de corrupción e impunidad para el ex procurador capitalino, que sorteó cual bofe de Tepito debido a que seguridad, su especialidad, lo llevó a la candidatura. ¿O alguien duda de su capacidad en la materia? Mancera tiene todo para ser: buena presencia, carisma y, sobre todo, capacidad y resultados. Los detractores de la izquierda dirán que ya me tiré al piso con tanto elogio, pero, sinceramente, es el mejor de los cuatro. Olvídese de las encuestas en las que aparece con 40 puntos de ventaja sobre sus competidoras –no hay que creer ni dudar al ciento por ciento de ellas-, y sólo observe lo que el joven ex procurador general de Justicia del Distrito Federal consiguió. Y mire que pocos procuradores salen limpios de su encargo, ya sea a nivel estatal o federal. Mancera se dedicó a tirar jabs e izquierdazos a sus adversarias, tal como lo hizo el viernes con unos guantes amarillos en una reunión con boxeadores en retiro y en activo en un gimnasio de la colonia José María Pino Suárez, en Alvaro Obregón, donde dijo estar listo por si las tres mujeres intentaban conectarlo con un gancho al hígado o directo a la mandíbula en un afán desesperado por conseguir un ko fulminante. Y como dijeran en el argot de los encordados: retuvo el cinturón.
Cuchi Cuchi chepinesco
Josefina, Chepina para sus cuates, busca y hace de todo para ganar votos y tratar de levantarse de la lona, donde la puso su insípida campaña y de dar recetas por la democracia, como auténtica Chepina Peralta, la famosa cocinera o cheff de los lejanos ochentas, pasó a sugerir a sus seguidoras a mantener a PAN y agua a sus cariñosos maridos. El jueves, en un evento en Mazatlán, Sinaloa, dijo: “Vayan todas a votar, pero no vayan solas, vayan con 15 o 30 votos más, inviten a sus hijos, a sus amigas y a sus parejas. ¡Ay de aquella pareja que no vaya! Porque no le hacemos cuchi cuchi en un mes”. Al darse cuenta del madrazo mediático que significó, el sábado repitió la dosis en su gira por Veracruz y el lunes en Puebla hasta se atrevió a decir que para los que voten habrá “doble cuchi cuchi”.
Y aunque parece llegar tarde, esa frase pasará a la historia de la campaña como una de las más picarescas. Aquel “Hoy, hoy, hoy” de Vicente Fox en 2000 cuando su terquedad por un debate pretendido se convirtió en lema de campaña, o el funesto “Cállate Cha-cha-la-ca” de López Obrador en 2006, utilizado por el PAN en su contra en la campaña negra que lo llevó a perder las elecciones, son inolvidables. “Las mujeres somos más de la mitad del padrón electoral y somos también las mamá de la otra mitad del padrón. Así que si las mujeres queremos esta victoria ya es nuestra”, dijo la Chepis, como le llaman en internet. Por cierto, al único cuchi cuchi que conozco es a Pablo Mármol, esposo de Bety en los Picapiedra. ¿Y usted?
En diez días habrá ganador de las elecciones presidenciales.
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