En unas horas, el panorama se oscureció para Miguel Angel Mancera Espinosa y su gobierno en la Ciudad de México. Fue un viernes negro para el ex procurador general de Justicia.
El conflicto de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) creció a tal grado que hasta la reforma política del Distrito Federal podría fracasar y el levantón de los doce tepiteños en el antro Heaven ayer se resolvió al confirmarse lo que se temía: fueron ejecutados.
Los maestros de la CNTE sometieron al gobierno federal, al del Distrito Federal y al Congreso.
¿Quién se atreverá a meterlos al orden?
Mientras los disidentes violentan los derechos de libre tránsito de los capitalinos, hacen huir a los legisladores, les obligan a trabajar en sedes alternas, desquician la ciudad e impiden el paso al aeropuerto, la policía capitalina sólo observa y, cínicamente, dice que no actuará, porque no quiere convertir la urbe en un campo de batalla.
¡Que se jodan los capitalinos!
El gobierno mancerista ha planteado dos escenarios catastróficos como opciones únicas: lucha cuerpo a cuerpo, sangre, violencia o caos. Falacia.
Mancera Espinosa, titular del Gobierno del Distrito Federal (GDF), se niega a actuar contra los catorce o quince mil maestros, tal como lo han hecho sus antecesores, del partido político que sea, por el miedo a ser calificado de represor, por cálculos políticos y escudándose en que las protestas son consecuencia de un asunto del ámbito federal.
La candidatura presidencial con la que sueña rumbo a 2018 pesa más que su compromiso con los capitalinos, que le llevaron al triunfo en las elecciones de 2012 con una mayoría aplastante superior al sesenta por ciento de votos.
Su jefe de la policía, Jesús Rodríguez Almeida, procurador en el gobierno de Marcelo Ebrard cuando Mancera dejó el cargo para buscar la candidatura del sol azteca, de plano dijo que nel, que no actuarán –en línea con lo que su jefe le dicta-, y, prácticamente, que le hagamos como queramos, ¿no?
Ciertamente, el mandatario capitalino no es el único que evade su responsabilidad por ese miedo al escándalo y a perder puntos (¿más?) en el rating, pero tampoco es justificante ni aceptable.
A los gobernantes se les paga por cumplir con su obligación, no por hacer cálculos políticos y pensar en su beneficio sin importarles la gente, esa a la que le prometen todo cuando andan en campaña mendigando un voto y olvidan cuando llegan al cargo buscado.
Raúl Flores, líder del PRD en el Distrito Federal, en una posición ridícula, deslinda a Mancera de su responsabilidad y dice que es asunto del ámbito federal.
Dice el perredista que no debe caerse en la violencia –nadie lo pide-, y que se privilegie el diálogo. ¿Y el ciudadano qué culpa tiene? ¿Por qué tiene que sufrir y pagar las consecuencias?
El coordinador de los senadores del PRI y presidente de la Junta de Coordinación Política, Emilio Gamboa, así como Ernesto Cordero, presidente del Senado y líder de los 24 legisladores disidentes, señalan al mandatario capitalino por su no actuación y desde el jueves, en el centro de convenciones Banamex, sede alterna del Congreso, se escucharon voces de inconformidad y hasta de un eventual retiro del apoyo para la reforma política del Distrito Federal.
Sería catastrófico para el proyecto político mancerista.
El bloqueo ayer de Circuito Interior, que desquició el tránsito y provocó pérdida de vuelos y la alteración del orden en la terminal aérea también quedará impune.
¿O acaso esos maestros que se oponen a ser evaluados en su afán por mantener sus canonjías y la venta y herencia de plazas serán demandados por las afectaciones que ocasionaron a cientos de usuarios?
Una emergencia, un negocio, una visita, un viaje de placer. Lo que sea.
Esos disidentes violentos, sin asumir una posición oficialista, violan la ley, cometen delitos, destrozan oficinas y reciben como premio la no aprobación de la ley del servicio profesional docente, que prevé su evaluación y eventual reubicación, que no cese, en la Secretaría de Educación Pública (SEP).
¡No tienen madre!
Los maestros de la sección 22 de Oaxaca y de la 18 de Michoacán no protestan sólo contra la evaluación. Su movimiento es político y buscarán quedarse hasta el próximo 1 de septiembre, día del primer informe de gobierno de Enrique Peña Nieto.
El cierre del Circuito Interior concluyó pasadas las 20:30 horas de ayer, cuando Rubén Núñez, líder de la sección 22 de la CNTE, salió de la Secretaría de Gobernación (Segob), donde se reunieron con el titular de la dependencia, Miguel Angel Osorio Chong.
El acuerdo, dijo, fue revisar la reforma educativa aprobada. Por la tarde, un grupo de senadores se reunió con los protestantes, pero no hubo frutos.
Volvieron a San Lázaro, donde mantienen su plantón.
Del Heaven al Hell
Vaya paradoja: Mancera ganó la candidatura y luego el gobierno del Distrito Federal precisamente por su desempeño como procurador capitalino.
La imagen que le catapultó como ejemplo de valentía fue en un asalto a una casa de empeño en la colonia Solidaridad, de la delegación Gustavo A. Madero, donde negoció la liberación de rehenes desarmado, con un chaleco antibalas y un espejo con el que mostraba a los malvivientes el camino despejado.
Los hampones fueron detenidos tras una persecución.
Hoy, la seguridad se ha convertido en una pesadilla para Mancera y en el punto débil de su gobierno.
Carismático y considerado por las mujeres hasta atractivo, el ex procurador ha dedicado mucho tiempo a lo social y ha dejado las riendas a su procurador Rodolfo Ríos Garza y a Jesús Rodríguez Almeida, pero los resultados han sido desastrosos.
Desde que se conoció el secuestro de los tepiteños el 26 de mayo pasado, el manejo de la información y del asunto fueron, cuando menos, extraños.
Lentitud o falta de eficacia en el equipo propiciaron que el caso se enredara y que se perdiera tiempo crucial para buscar a los jóvenes, hoy muertos cuando menos cinco.
La famosa red de cámaras que instaló Ebrard en su sexenio no funcionó. Cuando se buscaron las imágenes de la calle Lancaster y de Paseo de la Reforma, la Procuraduría capitalina dijo no tener nada.
Hoy tiene trece cadáveres –hasta anoche cinco confirmados como parte de ese grupo levantado- y tendrá que dar explicaciones no sólo a los familiares de esos ejecutados, sino a todo el país.
Mancera negó y niega que en la Ciudad de México operen cárteles del narcotráfico, pero la forma como fueron levantados, ejecutados y sepultados en una fosa clandestina en Tlalmanalco, Estado de México, es del crimen organizado.
Ya se lo he dicho en anteriores entregas: en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México operan los cárteles del narcotráfico. Lo disputan el de Sinaloa y el del Golfo.
Hasta el comisionado nacional de Seguridad, Manuel Mondragón y Kalb, secretario de Seguridad Pública capitalina con Ebrard y pareja de Mancera, reconoció recientemente que en la ciudad operan cárteles y que “últimamente se han desbordado”.
Aún falta mucho por conocerse.
Mensaje para el Pacto
La crisis en el Congreso errante o nómada es un mensaje de alerta para el Pacto por México y sus incondicionales firmantes.
¿Por qué?
Sencillo: en las cámaras de diputados y senadores no hay unanimidad en los diversos grupos políticos o como creen los dirigentes partidistas.
En el Partido Acción Nacional, Gustavo Madero va y firma en calidad de líder y compromete el voto de diputados y senadores, pero no los controla. En el Senado, la fractura entre el grupo de Jorge (Des) Preciado y Ernesto Cordero pone en riesgo la aprobación de las reformas.
En el Partido de la Revolución Democrática (PRD), aunque parece existir mayor control por parte de Los Chuchos, las tribus o pandillas tambalean los proyectos pactistas de Jesús Zambrano y su titeretero, Jesús Ortega.
En ambos casos, mantener el control del partido es el trasfondo de su entreguismo al PRI y al gobierno federal.
Esto apenas comienza. Las reformas energética y fiscal, que implica aplicación del IVA a alimentos y medicinas, mantendrán al rojo vivo a la ciudad cuando menos hasta noviembre.
Buen fin de semana.
albermontmex@yahoo.es twitter: @albermontmex