NEOCHICHIMECAS
Tocando la Sinfonía del horror por el barrio de la noche más fría La moronga liquida empezó a correr mientras los cuerpos todavía calientes con los últimos estertores, los rostros desfigurados, con muecas de horror, se les escapaba la vida, no ocultaban desesperación, un frío también porque se les extinguía el halito de vida, aquellos…