Mutilando el alma y removiendo la estaca por el Cerro de la Serpiente
La luz de lámpara deslumbro momentáneamente los reflejos del Juan Barrancas y los de su acompañante, viajando a bordo del chemo-móvil, pero para su buena fortuna, otro automóvil los rebasó como alma que lleva el chamuco para que fueran a interceptarlos los matutes que practicaban el chupometro. El Johnny respiró hondo y se fue haciendo…