UN ÁNGEL DE FUEGO, UN DÍA CUALQUIERA…
Estaba el Juan Barrancas en unos de esos momentos en que nomás falta que te orine un perro, con la pila baja, con ganas de no hacer nada y eso en este Valle de lágrimas, risas, desamor, caos y muerte, era una desgracia, luego el ímpetu, la fuerza, el espíritu se evaporaba como esmog de…